Con la llegada de fin de año y el ingreso al cuarto año de gestión de Gobierno de Gustavo Sáenz llegaron los cambios en el Gabinete, sin embargo, los relevos se van dando de manera improlija y dejan un halo de improvisación preocupante. El caso del ministro de Salud es el más característico.
A nadie le cabe duda que las renuncias anticipadas paralizan la gestión en cualquier área de Gobierno. Pasó con Abel Cornejo y ahora sucede lo propio con Esteban.
Si bien el gobernador ha optado por una estrategia de apariciones públicas que no se anticipan, lo cual es positivo para sostener su imagen a menos de un semestre de las elecciones, su equipo de Gobierno se rearma de manera desordenada. En el anterior Gobierno, los cambios –y enroques- se daban de manera simultánea y por lo general cada 10 de diciembre, en procura de dejar un mensaje.
Lo de Esteban irritó
El pasado lunes, el saliente ministro de Salud, Juan José Esteban, mantuvo un encuentro con diputados y senadores y en el mismo asumió compromisos de gestión ante urgencias en varios puntos de la Provincia. Luego del partido entre Argentina y Croacia, una vez más el Gobierno filtró la información de su renuncia que el propio ministro confirmó en la mañana del miércoles.
El senador por General Güemes, Carlos Rosso, manifestó en el recinto su malestar por la actitud del ministro: “Nos visitó el ministro de Salud que se va, el doctor Esteban vino a la Cámara y se nos rio en la cara, así, simple y literal, nos mintió. Se estaba por ir y como si nada” les “mintió en la cara a diputados y senadores”.
Además, contó que Esteban asumió el compromiso de gestionar el reclamo de quienes cumplen funciones en Salud Pública con contratos precarizados, pero ahora esos profesionales “no saben quién da la respuesta”. “Me hubiera gustado que el doctor Esteban salga por la puerta grande o por lo menos no se nos ría en la cara”.