Se inicia la perforación de un pozo para encontrar el líquido en la zona oeste de la ciudad.
Anticipan que el problema se incrementará con el paso de los años.
Villa General Güemes es la que más padece por la falta de agua por estar ubicada en una zona alta, al pie de las serranías pero también porque un 50 por ciento de los que habitan esa zona lo hacen en asentamientos, lo que termina por perjudicar al resto de los vecinos.
La «toma» de un camión que repartía agua el fin de semana anterior puso en el tapete la grave situación por la falta del servicio que se padece en el norte de la provincia y, según anticipó el intendente de Tartagal, Sergio Leavy, «se pondrá mucho peor en los meses de verano».
Preocupante
El intendente admitió que el tema es serio y que se pondrá peor. «Tengo que decirle a la población que cada año que transcurra, el tema del agua será más difícil de solucionar por varios motivos; faltan inversiones, la población sigue creciendo al menos en Tartagal mucho más que la media de toda la provincia y si bien la situación puede ser dramática para toda la ciudad, quienes más van a seguir padeciendo son los barrios de Villa Güemes y los alrededores, como 9 de Julio, Santa Rita, San Roquito y otros», precisó Leavy.
Un pozo de agua
Para intentar una nueva solución al tema del agua, Leavy -quien dejará la intendencia el próximo 6 de diciembre cuando asuma como diputado nacional por la provincia de Salta- en su programa de radio, que se emite por la FM Ciudad de Tartagal, explicó: «Vamos a intentar encontrar una opción que solucione los dramas que viven los vecinos de la zona oeste, destinando recursos municipales para la perforación de un pozo de agua que de tener los resultados que quienes lo perforarán me aseguran, será muy bueno. Siempre se dijo que en Tartagal no hay aguas subterráneas, pero la gente que hará la obra y que son profesionales en el tema me aseguran que es todo lo contrario, que hay agua en las napas subterráneas y de muy buena calidad».
«Por eso se comenzará la perforación de un pozo que, Dios mediante, abastezca exclusivamente a los barrios del oeste de la ciudad; tengo que enviar el proyecto al Concejo Deliberante pero tengo la certeza de que ningún concejal se puede oponer a que se haga esta obra porque estamos hablando nada más y nada menos que de agua, en una zona donde la temperatura promedio supera los 40 grados durante el verano», agregó el intendente.
Según se adelantó, una empresa local realizará la perforación del pozo en la zona de Villa General Güemes. Si el resultado es el esperado, se avanzará con otra obra para la purificación y el almacenamiento de agua.
El acueducto desde Yacuy
Las obras anunciadas se demoran y la crisis se agudiza en el tiempo.
Una de las obras que el exjefe de ministros Carlos Parodi había anunciado en conferencia de prensa en Tartagal, meses atrás, fue la construcción del acueducto que se extendería desde el paraje Yacuy hasta Tartagal, la construcción de una cisterna para almacenar el agua de los pozos que producen en ese paraje de modo de independizar a la ciudad más poblada del departamento San Martín del sistema Itiyuro que provee a la propia Tartagal y al resto de las localidades.
“La idea es muy buena porque cuando el sistema de Itiyuro salga de servicio por cualquier motivo, Tartagal iba a contar con un suministro de agua propio y algo similar iba a suceder con Aguaray, que captaría agua de otra fuente; pero se construyó la cisterna y falta el acueducto por falta de fondos”.
La Casa de la cultura
Una de las obras que estaban previstas para Tartagal dentro del Fondo de Reparación Histórica sancionado en el 2012, era la Casa de la Cultura, cuyo edificio se ubicará en una de las esquinas de la plaza San Martín, frente a la parroquia La Purísima. Después de varios años, la Provincia como demandante logró que ocupantes ilegales, que la explotaban comercialmente con una chopería, desocuparan ese predio para iniciar los trabajos. Pero hasta el momento no se colocó un solo ladrillo. Leavy anunció: “La Municipalidad solventará la elaboración de un proyecto integral, porque no podemos seguir esperando”.
Fuente: Cristina Carrazán El Tribuno