Se trata de una línea de alta tensión que permitirá el intercambio de energía eléctrica entre el norte argentino y el vecino país.
El presidente Alberto Fernández viajó a Bolivia para inaugurar el electroducto Juana Azurduy de Padilla, la línea de transmisión eléctrica de 132 kilovoltios que tiene 110 kilómetros de longitud. Se trata de una obra clave para la integración energética del norte argentino: une la subestación Yaguacua en el vecino país y la subestación de Tartagal.
Durante su discurso el mandatario argentino resalto que “esta obra no solo es mayor bienestar para las familias argentinas” sino que también favorece a la industria en una región históricamente postergada. Se prevé un volumen inicial de 60 megavatios de energía para el intercambio de ambos países.
La obra demandó una inversión de 364 millones de bolivianos; se inició en marzo de 2018 en Bolivia y en mayo de 2019 en el lado argentino, precisa el periódico Pagina Siete. “Es una obra que vengo pidiendo desde que era intendente de Tartagal”, sostuvo el senador nacional Sergio “Oso” Leavy antes de la inauguración.
El presidente boliviano Luis Arce se refirió a la historia de hermandad que une a Bolivia y a la Argentina. “Somos actores de la misma película. Tenemos las mismas raíces. Nos unen héroes y heroínas como Juana Azurduy de Padilla. En momentos como estos, en los que nos sentimos sudamericanos, latinoamericanos, nos sentimos hermanos”, expresó.
Además, en el encuentro entre Fernández y Arce dialogaron sobre el desarrollo conjunto de proyectos que involucren la cadena de valor en torno al litio, un recurso mineral estratégico que poseen ambos países.