Se trata de Christian Abdenur, juez del Tribunal de Faltas, a quien se lo acusa de acosar a una empleada del mismo organismo. Desconcertante impunidad.
“Siga, siga, que acá no pasó nada”. Esa parece ser la premisa en los funcionarios de Emiliano Durand, que ya llevan varios escándalos dentro del municipio. Es el caso de Christian Abdenur, juez de Tribunal de Falta municipal, denunciado por violencia de género. Al parecer las denuncias no importan y el funcionario sigue dando entrevistas como si nada hubiese pasado.
Abdenur brindó una entrevista a FM Universidad en donde habló de “jerarquizar el organismo” y de “exigencias”. Nada dijo de la denuncia de una joven de 28 años.
La joven asegura tener varias pruebas contundentes que incriminan al funcionario de Durand y que, al rechazar el acoso de Abdenur, le dieron de baja al contrato que tenía en esa repartición.
Por eso desconcierta la impunidad con la que se maneja el funcionario de Emiliano Durand ante un hecho de estas características. Abdenur se muestra lejos de una revisión crítica de sus actos y continúa participando en la vida pública como si nada hubiera ocurrido. Esta situación provoca indignación en distintos sectores de la sociedad, especialmente en los colectivos feministas y en aquellos que abogan por los derechos de las víctimas.
Silencio y la normalización
Una de las tácticas más recurrentes en estos casos es la del «silencio administrativo» o la minimización del problema. El funcionario denunciado rara vez aborda la acusación directamente. En las entrevistas, se centra en sus proyectos o en la gestión pública, evitando cualquier mención a las acusaciones, como si estas no existieran. Algunos tienden a evadir el tema, ya sea por presión de los directivos de los medios o por temor a represalias legales.
Este tipo de actitud genera un peligroso precedente: la normalización de la violencia. Al no enfrentar el escrutinio público o mediático, el funcionario envía un mensaje implícito de que estas denuncias son irrelevantes para su carrera política o profesional.
El sistema de justicia, que debería actuar con diligencia en estos casos, a menudo se ve ralentizado por la burocracia o por el poder que estas figuras pueden ejercer para influir en los tiempos judiciales.