Desde inicios de 2016 a la fecha, la disposición final de la basura tuvo un tratamiento inadecuado. En ese año, a raíz del colapso de la tercera trinchera, se reabrió la primera, pese a estar clausurada desde 1999.
Tras un largo trámite judicial, que comenzó en agosto de 2017 con la presentación de un amparo de vecinos patrocinado por el abogado ambientalista Luis Segovia, el Juzgado de Minería, a cargo de la Dra. Victoria Mossman, promovió una negociación por la que los responsables del control, fiscalización y operación del vertedero San Javier (Municipalidad de Salta y Agrotécnica Fueguina), han presentado un Plan de Acción conjunto, cuyo fin es habilitar la Celda IV del Vertedero San Javier el próximo 17 de octubre.
El Plan de Acción prevé cumplir con todos los procedimientos administrativos previos, entre ellos la Evaluación de Impacto Ambiental y Social, que contará con la vista obligatoria de la Secretaría de Ambiente provincial. Por su parte, la empresa Agrotécnica Fueguina deberá tomar todos los recaudos operativos para garantizar la seguridad de las personas habilitadas y capacitadas por la Municipalidad para realizar tareas de recuperación de residuos en la nueva celda.
Además, se contempla una participación de la policía provincial, la que colaborará en la seguridad del predio por un plazo de tres meses. En tanto, la Secretaría de Ambiente y la Secretaría de Recursos Hídricos ejerzan el poder de policía que las leyes 7070 y 7017 le han conferido; y que se realicen tareas de recomposición o reparación del bien colectivo dañado.
“La habilitación de la Celda IV es un paso importante en el trámite de esta causa, aunque no es una conclusión de la misma; pues, aún restan determinar otros hechos, como conocer si a raíz de los hechos denunciados se produjo daño ambiental a los recursos naturales y a otros bienes comprometidos, para lo cual se prevé realizar una pericia científica a través del Programa Ciencia y Justicia de CONICET, el que colabora con la Unidad Fiscal de la Cuenca Arias – Arenales”, indicó Luis Segovia.
Una demora injustificada
El retraso para este principio de resolución a la problemática “es injustificado, porque es producto de la improvisación; objetivamente es un deber de la municipalidad planificar sobre esto, por lo tanto, hay que investigar su responsabilidad objetiva, como así también la de la empresa como operadora”, indicó Segovia, quien recordó que en 2016, cuando se volvió a utilizar la trinchera 1, se lo hizo sin ningún estudio ambiental, ya que las trincheras clausuradas, no pueden ser rehabilitadas como vertedero sino que en esos lugares debe recuperarse el paisaje.
“Un relleno sanitario se puede recuperar como paisaje para uso público y recreativo al cabo de unos años, cuando esté asentado, de modo que no sea un peligro para terceros, con la mala gestión de la basura les robaron el derecho a ese ‘futuro paisaje’ a los vecinos”, manifestó el especialista.
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