La fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas en turno, Verónica Simesen de Bielke, tomó intervención ante el fallecimiento de una mujer de 49 años que sufrió un siniestro a bordo de una unidad de transporte y posteriormente falleció.
El hecho ocurrió el pasado lunes alrededor de las 10 en la intersección de pasaje San Martín y calle Mariano Boedo de la ciudad de Salta, cuando la pasajera abordó un colectivo del corredor 7 B de SAETA y cuando se encontraba abonando el pasaje, por razones que se tratan de establecer, salió despedida del colectivo y cayó pesadamente en el pavimento.
La mujer fue asistida por transeúntes y trasladada al hospital San Bernardo, donde luego falleció producto de las heridas recibidas.
Si bien familiares y pasajeros testigos apuntaron a la conductora por doblar bruscamente y no cerrar la puerta, la cuestión de fondo pasa por una injustificada decisión de ubicar las máquinas del cobro de boleto junto a la puerta, en un lugar totalmente inseguro y peligroso que no lograría la aprobación de ninguna revisión seria.
En ese contexto, la maniobra eventualmente imprudente de la conductora, ocasionó la tragedia que enluta hoy a toda la ciudad.
Sucede que SAETA traslada a los choferes el rol de guarda o inspector luego de años en los que los mismos dejaron de estar a cargo del corte y cobro de boleto y de los eventuales vueltos.
La situación ya venía siendo advertida por usuarios ante oídos sordos de la Sociedad Anónima que explota el transporte y guarda bajo siete llaves los estudios de costos-beneficios, a pesar de nutrirse en gran medida de fondos públicos.