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viernes, marzo 29, 2024

Luego de un año, en Rivadavia el agua seguirá llegando en bolsas

El Gobierno de Salta y el Ejército Argentino renovaron el convenio para la provisión de agua segura a familias indígenas y criollas de parte del departamento Rivadavia y San Martín.

Las fotos y los anuncios de las construcciones de pozos para resolver de manera definitiva el problema del agua, factor elemental para empezar a prevenir la mortalidad infantil en la zona, quedarán para más adelante. Luego de más de un año de gestión, la respuesta seguirá siendo de contingencia.

La provincia anunció oficialmente que el Ejército Argentino proveerá agua segura a las comunidades de Santa Victoria Este, El Rosado, Alto La Sierra, Misión Chaqueña y La Unión, todas ellas del departamento Rivadavia y se analiza que también sean alcanzadas comunidades del departamento San Martín asentadas sobre la ruta nacional 81.

Militares y funcionarios se reunieron para coordinar las acciones que se desarrollarán en territorio y la estrategia que demandaría extender el trabajo que comenzó a principios del año pasado, por lo que se informó que “será necesario sumar equipos técnicos, tanques receptores y camiones, entre otras herramientas”.

 

El coordinador del operativo por parte de la Provincia, Gustavo Carrizo, informó que se estudia además el desarrollo de la conectividad entre las localidades que pudieran quedar aisladas por las lluvias como La Esperanza, San Patricio y El Pin Pin, entre otras. “La idea es utilizar bypass en caminos anegados. Son posibilidades que estamos contemplando”, indicó el funcionario quien firmó el convenio con el jefe del Batallón, Nahuel Pulleiro. En la reunión también estuvo el secretario de Asuntos Indígenas, Luis Gómez Almarás.

El agua es tratada en las plantas potabilizadoras, envasada en sachets y distribuida en camiones cisternas.

¿Dónde está la gestión?

“Las empresas que tenían que hacer las obras en San Martín no trabajan desde enero”, advirtió casi un año después (18 de diciembre de 2020) García Salado en una entrevista televisiva, en la que agregó que “a esta gente se les pagó y no cumplieron, entonces se le dio un corte y habrá que llamar a licitación de nuevo o buscar otra alternativa para terminar estas obras, así que habrá que ver las acciones legales que se realizará desde la provincia”.

Si en San Martín se llegó hasta ese punto de estancamiento, en Rivadavia no se llegó ni siquiera a esa instancia.

¿Cómo es posible que se evalúe qué acciones tomar luego de casi un año de abandono (cuando no estafa) por parte de una empresa?

El Gobierno que permanentemente destaca la gestión como una de sus virtudes, frente a la problemática del agua en el norte, está dejando en evidencia que esa es su principal carencia.

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