La actuación argentina en el Mundial no les bastó a sus jugadores para alcanzar o superar el máximo de presencias y goles de Diego y “Bati”. Mascherano quedó detrás del Diez y Messi igualó en goles a Kempes pero no al batigol.
Cerrado otro capítulo mundialista por parte de la Selección Argentina, procedemos a actualizar un compendio de datos numérico-estadísticos.
El producido por el equipo argentino en Rusia salvaguardó, por decirlo de algún modo, los récords de dos históricos: Diego Armando Maradona y Gabriel Omar Batistuta. El jugador de mayor cantidad de presencias en Copas del Mundo y el máximo goleador, respectivamente.
El destino de Argentina en el Mundial en curso puso a tiro a Javier Mascherano en lo que hace a partidos jugados y apenas arrimó a Lionel Messi a compartir posición por cantidad de goles con Mario Alberto Kempes en el cuarto lugar. Un Messi goleador hipotéticamente hubiese podido alcanzar y hasta pasar a ser el goleador máximo del seleccionado nacional en los mundiales si llevaba sus 5 goles acumulados entre 2006 y el presente (uno en Alemania, ninguno en Sudáfrica y cuatro en Brasil) al valor de 10 aquilatados por el Bati entre las copas de 1994, 1998 y 2002. El único gol, logrado ante Nigeria fue su aporte por esta vez, para solo igualar al Matador, quien logró sus 6 goles en 1978 para ser el goleador del torneo, no habiendo convertido en Alemania Federal 1974 como tampoco en España 1982.
Mascherano jugó los cuatro partidos del equipo en la presente copa y con ello llegó a 20 presencias mundialistas, a un partido de Diego. Fue el último Mundial de Masche, quien, de haber pasado Argentina a Francia, no hubiese podido jugar por acumular dos amarillas el cotejo de cuartos. Solamente si Argentina accedía a semifinales, el volante podía igualar a Maradona. Y lo superaba como recordman argentino de asistencias en Mundiales si jugaba la final o el partido por el tercer y cuarto puesto. No pudo ser.