Pedro Arancibia, en dialogo con Opinorte, señaló que existe una continua actividad ilícita por parte de funcionarios públicos tanto provinciales como municipales que tienen la obligación de cuidar el rio Arenales.
Arancibia es abogado de más de 150 vecinos que luego de las inundaciones del 2011 denunciaron a la Provincia, al municipio, a Aguas del Norte y a la empresa Marozzi por contaminación y manipulación en el cauce del río.
¿Cómo avanza la denuncia que hicieron los vecinos del río Arenales por el incumplimiento de la disposición del juez Domínguez?
Hace 10 días aproximadamente se presentó denuncia ante el Sr. Procurador General, Dr. Pablo López Viñals, quien es el jefe de los Fiscales Penales. En realidad, el hecho del incumplimiento es un hecho más, que se suma a una reiterada y continua actividad ilícita por parte de los funcionarios públicos tanto provinciales como municipales que ya sea por ley o por un mandato judicial, tienen la obligación de cuidar la salud pública y el ambiente. Sin embargo, se ha recolectado evidencia y pruebas científicas contundentes que determinan la existencia de contaminación en las aguas y lecho del Río Arenales. Por la presencia de metales pesados por encima de los niveles que por ley son tolerables, los cuales son nocivos para la vida en general (personas y animales), así como coliformes fecales, pudiendo derivarse enfermedades crónicas y terminales como el cáncer; las alergias, respiratorias, en la piel, en vista, gastrointestinales etc.
Ésta situación viene siendo conocida por las autoridades competentes desde hace mucho tiempo y existe una total negligencia en neutralizar o mitigar ésta situación. Por ello hemos promovido querella por lo dispuesto en el art. 205 y 248 del Código Penal.
¿Qué piensa de la intervención de la Policía Rural y Ambiental y cree que realmente vaya a subsanar el problema en cuestión?
Para nada, es un elemento o gestión más de entre muchas que deben tomarse y ejecutarse simultáneamente. Es que se interpreta a la obligación de colocar un «cordón sanitario» literalmente. Por supuesto que hay que controlar los ingresos al Río para que la gente no se contamine o algunos inadaptados no arrojen escombros. Pero hay que buscar en las fuentes generadoras de contaminación más importantes, relevar actividades contaminantes graves y realizar trabajo de mitigación y remediación de la situación de la cuenca, que ya está sugerido por los expertos en el tema hace mucho tiempo. Falta ganas, voluntad y gestión para ejecutar un plan serio, que al mismo tiempo sea una oportunidad de trabajo para mucha gente, convierta un foco contaminante en un paseo para todos los ciudadanos y hasta políticamente sería inteligente poner como prioridad la remediación de la cuenca, porque se estará protegiendo lo esencial, para lo que existe el Estado, los derechos humanos fundamentales. Por lo pronto, que se ejecuten medidas tan tibias y así a regañadientes, son sólo parches como para hacer creer que se está haciendo algo desde el Estado. Lo lamentable, es que tengan que venir órdenes judiciales a peticiones de los ciudadanos para que las autoridades que supuestamente están encargadas de cuidar algo tan sensible, finalmente actúen así como a los empujones.
¿Qué medidas concretas hay que tomar para acabar con la contaminación en el río?
Hay planes para ejecutar un saneamiento. Los más adecuados son los que realizan especialistas de la UNSA y existen Tesis Doctorales al respecto. Es decir propuestas no falta, lo que falta es ejecutar! Y la excusa no puede ser siempre que no hay dinero. Hay muchas medidas que se pueden hacer con poco o nada de recursos, más que los de que por sí tiene la estructura del Estado Provincial o Municipal. Pero si es por las obras de gran envergadura. Ni siquiera el Municipio o Provincia han acreditado haber gestionado créditos ante organismos internacionales para un tema por el que sí se otorga financiamiento, como las obras relacionadas con la protección del medio ambiente, la salud púbica, el desarrollo urbano y local sustentable.