Los candidatos del oficialismo instalaron un cartel de campaña en el terreno donde se paralizó la construcción de un Centro de Desarrollo Infantil. Vecinos se indignaron ante la falta de respuestas y el uso político del espacio.
La campaña electoral en General Güemes sumó una nueva polémica esta semana. La escena sorprendió a los vecinos del barrio Primero de Mayo, de Nueva Esperanza II y de San Pantaleón en General Güemes. Donde antes había movimiento de obreros y esperanzas de contar con un Centro de Desarrollo Infantil (CDI), ahora sólo queda una estructura a medio construir y, desde hace algunas horas, un banner de campaña de los candidatos del oficialismo. La contradicción no pasó desapercibida y fue tomada como una burla.
La obra del CDI, financiada originalmente por fondos nacionales, se detuvo sin explicaciones claras hace más de un año. Los residentes, muchos de ellos padres y madres que esperaban un espacio para el cuidado integral de sus hijos durante los primeros años, fundamental para el crecimiento, se sorprendieron al ver la imagen del gobernador Gustavo Sáenz y el intendente Ketty Rosso, junto a los candidatos a renovar su banca, Enrique Cornejo al Senado y el diputado Germán Rallé.
El cartel colocado recientemente por los candidatos oficialistas generó indignación entre los habitantes del barrio. “En lugar de venir a explicar por qué no terminan la obra, nos ponen un cartel con promesas. Es una burla”, expresó una vecina que participa en defensa de la barriada. Otros vecinos coincidieron en que la acción es más una estrategia de campaña que una verdadera señal de compromiso.
Desde el oficialismo no se ha emitido un comunicado formal sobre la situación del CDI ni sobre la decisión de colocar el banner en ese sitio.
“No se puede hacer campaña con una obra inconclusa, menos aún en un barrio que necesita con urgencia ese espacio para los chicos”, señalaron los vecinos de Primero de Mayo.
Con las elecciones a la vuelta de la esquina, los candidatos del oficialismo parecen optar por mostrarse presentes, aunque sea simbólicamente. Pero para los vecinos lo simbólico ya no alcanza: lo que piden es la terminación de una obra que representa una necesidad concreta y urgente.
El cartel de campaña contrasta con el abandono del lugar, convirtiéndose en una imagen que resume, para muchos vecinos, la desconexión entre las promesas políticas y la realidad que viven a diario.