El Gobierno provincial envió a la Legislatura un proyecto de ley para establecer el tope de las regalías mineras en el 3% del valor a “boca de mina”, pero todo indica que el trámite en Diputados se empantanará por las inefables disputas de la comisión de Minería que protagonizan Mónica Juárez y Andrés Suriani.
A días de que se cumpla un año (!!) de la actual conformación de la Cámara de Diputados, es asombroso caer en cuenta que la mencionada comisión no pudo reunirse nunca de manera formal y menos aún analizar proyecto para luego dictaminar sobre los mismos.
El contrasentido es asombroso. En un año hubo intensos debates sobre la cuestión minera en la Provincia, el litio y el oro avanzan de fases y sobre esas explotaciones hay tantos avales como cuestionamientos, además, la discusión sobre proteger la mano de obra local como una necesidad imperante y la contratación de empresas salteñas tiene el Senado (y en otros ámbitos), un espacio preponderante.
El contraste con la Cámara de Diputados es notorio. En el trayecto, la conductora televisiva y diputada Mónica Juárez, abandonó el Bloque saencista Salta Tiene Futuro pensando que al presidir el suyo propio tenía derecho a una presidencia de comisión, también invocó los votos de 2019 y remarcó hasta el hartazgo que “como amiga de Gustavo Sáenz» forma parte de su proyecto.
Sin embargo, nunca pudo explicar en qué consiste ese proyecto y peor, todavía no logró entender que en una Cámara de 60 integrantes, todos valen lo mismo en tanto son representantes populares, en consecuencia, los acuerdos se alcanzan desde los consensos que constituyen las necesarias mayorías. No se alcanza la presidencia de una comisión por ser una cara conocida de la televisión.
Del otro lado, Andrés Suriani se muestra incapaz de reagrupar detrás de su figura, las firmas necesarias para que lo ratifiquen o confirmen como presidente de la comisión de Minería. Como se ve, tampoco alcanza con ser amigo (o socio) del actual titular de REMSA, Alberto Castillo. Además, al diputado del PRO, pareciera que sólo decidió ponerle esmero a su pañuelo y prédica “celeste”, con un discurso en ocasiones radiactivo.
Con peleas sustentadas en la sed de protagonismo y exposición (algo que no escasea en la Cámara ya que hay otros lamentables exponentes como Jarsún), la discusión de fondo estará precedida por inmaduras reyertas.
El Proyecto
En el mensaje que acompaña al proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo, se propone reemplazar la actual Ley provincial de Regalías Mineras 6.294 y fijar un tope para las mismas del 3 por ciento del valor de lo extraído a boca de mina, es decir previo a los procesos de transformación o industrialización.
Además, está planteada una nueva distribución de esos recursos con el siguiente criterio: veinte por ciento para los Municipios (11,25%) para el Municipio donde se origine la producción minera, (6,25%) para Municipios no productores que se encuentran dentro del departamento productor y (2,5%) para los Municipios ubicados en departamentos no productores) y diez por ciento (10%) para el Fondo Especial de Promoción Minera.
De ese Fondo, se asignará el 5% para promoción y capacitación, el 2,5% a tareas de fiscalización, control y estímulo; y el 2,5% a políticas de prevención y mitigación ambiental y social. La aludida distribución tiene un tope: no podrá exceder en dos (2) veces el monto de coparticipación que perciba cada municipio.
Otro aspecto interesante es que los recursos asignados a favor de los Municipios deberán destinarse, por lo menos en un setenta por ciento a la realización de obras de infraestructura básica y servicios esenciales, para lo cual deberán instrumentar planes de desarrollo local, prohibiéndoles expresamente, en el porcentaje citado, su imputación presupuestaria en el rubro “Erogaciones Corrientes – Pago de Personal”.