Según el mandatario provincial, los mayores “son siempre la variable de ajuste” de este país. Sin embargo, ordenó a sus diputados no dar quórum en Diputados para establecer una nueva movilidad jubilatoria.
En un posteo en redes sociales, el gobernador Gustavo Sáenz le pidió “perdón” a los jubilados porque “no la están pasando bien”, como consecuencia del brutal ajuste que se está llevando a cabo a nivel nacional. Sin embargo, cuando tuvo la posibilidad de poder modificar la ecuación, no lo hizo por alguna especulación política.
El pedido de “perdón” se dio en el marco de la inauguración de obras de ampliación y refacción de del edificio de la Universidad Abierta de la Tercera Edad (UNATE) el viernes último.
No podemos permitirnos olvidar a nuestros mayores ♥️
Si los tenemos a nuestro lado, los cuidemos, los contengamos y les demos mucho amor. A los que están en el cielo, pedirles que nos acompañen, iluminen nuestro camino y guíen nuestros pasos en la toma de las mejores decisiones. pic.twitter.com/OjRwcmrjHx
— Gustavo Sáenz (@GustavoSaenzOK) March 24, 2024
Pero lo que no dijo Sáenz es que hubo una posibilidad de modificar los magros ingresos de los integrantes de la tercera edad, pero dejar la oportunidad. Fue el 13 de marzo pasado, cuando Hacemos Coalición Federal, el bloque con conduce en la Cámara de Diputados Miguel Ángel Pichetto, intentó llevar a cabo una sesión para modificar la movilidad jubilatoria y atarla a la inflación, ante la fuerte caída que tuvieron los jubilados en estos meses de gobierno de Javier Milei.
Por orden del propio gobernador, Pamela Calletti, Pablo Outes y la intrascendente Yolanda Vega no dieron quórum y la sesión se cayó.
Esta maniobra se dio en el medio de la disputa verbal entre el presidente y la mayoría de los gobernadores. Pero Sáenz, mientras apuntaba en sus discursos hacia la Casa Rosada, mantenía un diálogo abierto con el ministro del Interior, Guillermo Francos. Ante esta situación es que el mandatario salteño eligió apostar a la “gobernabilidad” del presidente.
Algunos dirigentes, como el diputado nacional Emiliano Estrada, creen que Gustavo Sáenz prefirió negociar -sin éxito- alguna obra, algún subsidio o alguna transferencia directa para palear el momento financiero de la provincia. A cambio ordenó a sus diputados no bajar al Recinto. Yolanda Vega lo hizo una vez que estaba la sesión caída. Es decir, los legisladores estaban en Buenos Aires, pero no les importó el golpeado bolsillo de los jubilados. Talvez fue esta maniobra la maniobra por la que el gobernador pidió “perdón”.