Los números contables de la empresa Saeta, que se encarga del transporte urbano y en el área metropolitana de Salta, muestran que son beneficiados con enormes sumas estatales. Sin embargo, frente al último aumento que se le denegó a la empresa, Saeta anunció que tendría pérdidas millonarias; conociendo los números, lejos está de ser así.
El boleto común cuesta, en estos momentos, $25, aunque Saeta quería que el precio llegue a 26 para el último mes. Gracias a un amparo de una organización civil, el aumento no tuvo lugar, y los gerentes de la empresa de transporte, se mostraron preocupados, alegando que Saeta incurriría en pérdidas millonarias. Pero, según los números contables, los cuales fueron revelados por el periodista Nicolas Bignante en el semanario Cuarto Poder, esto no sería del todo así.
Los registros indican que, de la composición de ingresos de SAETA S.A., el porcentaje más importante está compuesto por subsidios provinciales que ingresan mediante un fideicomiso con el banco Macro. Tales entradas integran el 53% del total de dinero que ingresa a la empresa. Otro 4% agregan los fondos del Sistema Integrado de Transporte Automotor (Sistau) provenientes de Nación. El resto corresponde a la recaudación propia. Entre los tres componentes sumaron en 2019 un total de 3 mil millones de pesos de ingresos netos. Es decir que, por tanto, los justificativos que utiliza Saeta para los aumentos no serían del todo reales.
Otro dato que resulta importante, y que contradice lo dicho por los gerentes de Saeta, es que históricamente, el precio del boleto estuvo por debajo del costo por kilómetro recorrido. Desde mayo de 2018, y con los sucesivos aumentos del año en curso, la tendencia se invierte y por cada boleto cobrado, SAETA recauda al día de hoy lo necesario para solventar los gastos de 1,7 kilómetros de recorrido. En promedio, unos 7.1 millones de pasajeros abonan el boleto común mensualmente; casi dos millones por encima de los kilómetros recorridos por el total de las unidades. Esto, sin embargo, no fue suficiente para que desde la empresa dejen de fustigar contra el usuario y el presunto «mal uso» del servicio.
En cuanto a los valores que implican los costos salariales, se llega a cubrir mes a mes con los montos recaudados por SAETA a través del cobro del boleto común. Por ejemplo, en septiembre el gasto total destinado a los salarios de los 2200 empleados de SAETA se calculó en $160.082.154. En ese mismo mes se cobraron 6.697.733 pasajes a $23, lo que da como resultado un ingreso genuino de $154.047.859.
Es decir que con una cuenta de ingresos propios, SAETA financia los sueldos de la totalidad de sus empleados, los alquileres de sus oficinas, los gastos de movilidad y los servicios de vigilancia, limpieza y auditoría. Aunque esto, no queda ahí: Saeta también sostiene la concesión de la multinacional Atos mediante el pago de importantes cifras que se deducen del total de la recaudación. De las ejecuciones presupuestarias correspondientes al período enero-septiembre se desprende que SAETA pagó $84.916.746,98 a Atos en concepto de «Servicio de recaudación y mantenimiento»; o sea, unos $9,4 millones mensuales.
Las pérdidas por la gratuidad del boleto, la quita de subsidios a nivel nacional, el mal uso del pase libre estudiantil, los altos costos del combustible y los pasajeros que suben sin pagar, son algunas de las excusas utilizadas por la cúpula de SAETA cada vez que precisan justificar aumentos en el boleto o restricciones a los beneficios adquiridos.
