La visita de Roberto Dib Ashur a la Cámara de Diputados dejó planteada una polémica en torno al superávit de 12 mil millones de pesos que dejó el ejercicio 2021. La comunicación política del Gobierno es discreta y una vez más la aclaratoria llegó después de los embates de una oposición que con poco, se las ingenia para cuestionar.
La imagen de un médico discutiendo con pacientes en la guardia de un hospital público, parece el guion dramático de una película que testimonia un complicado presente provincial.
Precisamente esa escena fue lo que tomó un novel referente de la oposición legislativa en Salta, como lo es el diputado tartagalense Franco Hernández Berni, quien preside el bloque Todos en la Cámara Baja.
Al momento de trazar un balance de la reunión con el ministro de Economía de Salta, Roberto Dib Ashur y criticó los planteos de superávit fiscal y para derruir ese mérito manifestó que en Salta no se garantizan prioridades como salud pública. “No puede el ministro Dib Ashur hablar de un superávit de 12.000 millones de pesos cuando había 73 personas que no cobraban su sueldo hace 4 meses en el hospital de Tartagal”, indicó Hernández Berni y citó la triste escena del médico de guardia en el mencionado nosocomio de cabecera.
“Antes de contarnos las obras multimillonarias que vienen de Nación, el ministro debería contarnos cómo va a solucionar el problema de los agentes de la salud en toda la Provincia. Es imposible hablar de superávit en una provincia que tiene muertes de chicos por desnutrición cada día y medio. ¿De qué nos sirve escuchar de superávit si en Tartagal hay varios barrios sin agua? entonces se desmorona el discurso del ministro”, manifestó el legislador.
Una respuesta contable
El ministro de Economía de Salta, Roberto Dib Ashur, tuvo que salir a explicar con mayor elocuencia que el superávit es un bien en sí mismo: “es un valor tener las cuentas equilibradas”.
“Esos 12.000 millones tienen que ver con todo el Estado, cuando cerremos la Cuenta del Ejercicio va a cerrar en cerca de $10.000 millones de pesos. Ese superávit tiene incluido el ingreso de $2500 millones por el Fondo Fiduciario que ingresó en diciembre para obras de agua y saneamiento, además de los pagos de deudas ($3.000 millones) los incrementos de los bonos salariales ($1500millones) y las obras que se hacen a comienzos de año.
“Intentar entender que la foto de un momento de las cuentas fiscales es plata que sobra y que no tiene destino me parece que es simplificar el sistema”, dijo Dib Ashur y añadió que “los argentinos tenemos de darnos cuenta que si tenemos las cuentas equilibradas tenemos un valor, no un disvalor”.
Ante ello, indicó que Argentina, desde 1961 a la fecha sólo tuvo cinco períodos con superávit fiscal, lo cual implica que se debe recurrir a la deuda o a la emisión monetaria y esto termina en crisis de deuda o escalada inflacionaria.
La réplica del funcionario provincial fue impecable, pero desde lo contable, no desde lo político, menos aún desde lo social y dista mucho desde lo sanitario luego de dos años y medio de Emergencia Sanitaria en Salta.