La provincia representa el 4% del territorio federal y el 3% de la población nacional pero menos del 1,5% de la economía del país. Un panorama bastante paupérrimo, que no avizora un alentador 2020.
En la Legislatura, en una de sus primeras apariciones públicas, Roberto Dib Ashur, quien conoce sobre las finanzas de la provincia, dio cuenta de los números que confirman, una vez más, índices de pobreza estructural y atraso, y que no mejoraron con los años.
Allí señaló lo que muchos ya saben, aunque muchos exgobernantes intentaron ocultar: el histórico y ya estructural atraso y empobrecimiento de Salta: la provincia representa el 4% del territorio federal y el 3% de la población nacional pero menos del 1,5% de la economía del país. Un panorama bastante paupérrimo, que no da un escenario alentador para el 2020.
Por otra parte, el ministro también se apersonó a la Legislatura para solicitar la conveniencia de prorrogar, en espejo con la administración nacional, el Presupuesto 2019 hasta el mes de marzo de 2020. Allí, según comenta la revista El Salvador, se hizo hizo eco de otro de los indicadores que más preocupan: por un lado, que el 80% de los recursos tributarios que ingresan a la provincia son nacionales, que no permite al gobernador Gustavo Sáenz desarrollar autónomamente la provincia. Por otro lado, de esos ingresos que percibe la provincia, un 70% va dirigido al pago de salarios de la administración pública.
Todo eso, sumado al pago de vencimientos de deuda que dejó el anterior gobierno, y que equivalen a una deuda de casi 10 mil millones de pesos durante este año, muestran un más que inestable y dificíl panorama económico.
