Varios dirigentes que creíamos en el pasado buscan ocupar un lugar en el Gabinete de Emiliano Durand y volver así a los primeros planos de la política local. Viejos dirigentes para nuevos desafíos.
Estamos transitando un año de fuertes definiciones políticas. Por ello, el armado del futuro Gabinete municipal que acompañará a Emiliano Durand en la Intendencia, a partir del 10 de diciembre próximo entró también en tiempo de definiciones. Allí hay una disputa entre dirigentes que muchos -ingenuamente- creíamos que ya se habían retirado de la arena política.
Emiliano Durand logró quedarse con la Intendencia, destronando a Bettina Romero, con una amplia diferencia, a pesar de no contar con una estructura dirigencial propia. Para disputar el sillón de Moldes, el intendente electo tuvo que salir a buscar estructuras prestadas y para ello recurrió al saencismo y al urtubeycismo.
Durante la campaña, Durand sumó a Javier David, dirigente ambivalente y de múltiples lealtades que parecía condenado al ostracismo tras dejar su banca en la Cámara de Diputados de la Nación en 2019. David se perfila ahora como un futuro Jefe de Gabinete.
También sumó a Carlos Teófilo Parodi, ex ministro de Economía y Jefe de Gabinete de Juan Manuel Urtubey. Parodi, quien manejó los recursos de la provincia como si fueran propios, tiene toda la intensión de conducir el destino financiero del municipio.
El más polémico de los dirigentes que sumó Durand para pelear la Intendencia es -nada menos- que Miguel Ángel Isa, la cara visible de una ciudad detonada a la que nadie quiere volver.
El salteño todavía recuerda el estado en el que dejó la ciudad, con calles imposibles de transitar, en medio de denuncias por corrupción. Está muy fresco el recuerdo de que benefició a empresas fantasmas a nombres de indigentes y de familiares con obra pública por unos 20 millones de pesos.
Isa representa la contracara de todo aquello que Durand vendió al electorado que lo eligió: Isa encarna la vieja política de las dádivas y del clientelismo, eso, en definitiva, a lo que Durand dice oponerse.
El intendente electo tiene en sus manos la tarea de encarar nuevos desafíos. Pero tendrá complicaciones si es que los afronta con viejos dirigentes.
Estamos ante un escenario difícil, complejo, en donde la perpetuidad dirigencial no nos permite comprender y atender la realidad. De hecho, estos dirigentes no pudieron o no supieron dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía cuando tuvieron su momento. Por ello, es necesario que haya un cambio generacional que acompañe estos retos.