El inefable exintendente de Salta volvió al ruedo de la política con Emiliano Durand y aprovechó para subirse a la campaña de Pablo Outes. Junto al candidato de Unión por la Patria mostró de que es capaz de cualquier cosa por sumar un voto. Y, en lo posible, por un cargo.
Desde los primeros días de marzo ya se dejaba ver en reuniones privadas y públicas. Luego de su obligado retiro, tras no lograr ser concejal, Miguel Isa volvió a ocupar un lugar en el justicialismo salteño y, con él, viejas prácticas de la política que ya se creía en el pasado.
En las últimas horas empezó a circular un video en donde se lo ve a Miguel Isa tirando “pasitos prohibidos” junto al candidato a diputado nacional de Unión por la Patria, Pablo Outes, dejando en claro que, para Isa, todo vale por un voto.
Isa tuvo que alejarse de la política luego de un fracaso estrepitoso, cuando en 2021 buscó ser concejal y sacó menos de la mitad de los votos necesarios para obtener la banca.
Autopercibido “padrino político” de Sáenz, fue fundamental en la llegada del actual mandatario provincial a la Intendencia, luego de dejar de lado los acuerdos electorales con el peronismo y dejarle servida la elección a Sáenz que integraba una coalición con el macrismo.
En su afán de seguir viviendo del Estado, Isa volvió al ruedo de la política, pero esta vez no para ser candidato, sino para coordinar y sumar apoyos para su “ahijado político”, para Emiliano Durand y ahora para Outes.
Este regreso de Isa a la política muestra que el ex concejal y ex vicegobernador es una fiel expresión de aquello que los libertarios llaman “casta”.