Los magistrados podrán hacer sus descargos por escrito, o presentarse el martes 7 de noviembre para efectuarlos en persona. Los cuestionamientos a los integrantes del máximo tribunal incluyen los fallos del 2×1 en favor de represores, de la reforma del Consejo de la Magistratura y de coparticipación que benefició a la ciudad de Buenos Aires.
La Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados avanzó con la formulación de cargos contra los integrantes de la Corte Suprema de Justicia por las causales de los fallos del 2×1 en favor de represores, de la reforma del Consejo de la Magistratura y de coparticipación que benefició a la ciudad de Buenos Aires, tras considerar que concluyó la etapa de investigación por mal desempeño contra los magistrados.
Con su mayoría de 16 miembros (sobre 31 integrantes de la comisión), el Frente de Todos aprobó el informe y decidió dar traslado a los jueces Horacio Rosatti (presidente de la Corte), Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti para que tengan la posibilidad de hacer su descargo, si así lo decidieran.
Los magistrados, en tanto, podrán hacer sus descargos por escrito, o presentarse el martes 7 de noviembre para efectuarlos en persona. Desde la bancada del Frente de Todos anticiparon que la idea es dictaminar entre el 13 y el 17 de noviembre, fecha límite ante el final del período de sesiones ordinarias, que opera el 30.
El debate en Comisión
El informe del Frente de Todos dice que «la Corte no cumple su rol constitucional actuando como si fuera un constante contradictor de las decisiones del Congreso o del Poder Ejecutivo, esto es, de las autoridades electas de modo directo por el pueblo». «Tampoco cuando se constituye en una suerte de tercera cámara legislativa, derogando con efecto general las leyes que no le agradan o dictando las que las reemplacen, como ocurrió en el caso de la ley del Consejo de la Magistratura», asegura.
En torno a la coparticipación, los diputados oficialistas advirtieron que se trató de «una resolución arbitraria e irregular en virtud de que contiene graves vicios jurídicos y en los que se advierte o se puede presumir, además, un claro desvío de poder por parte de los jueces a raíz de la vulneración del principio de independencia e imparcialidad en el que incurren los supremos«.
Según sostuvieron, esa situación «revelaría la clara intención de favorecer o perjudicar a una de las partes del proceso haciendo una interpretación y aplicación manifiestamente arbitraria del derecho vigente». Además, advirtieron sobre una «connivencia entre algunos jueces integrantes de la Corte Suprema de justicia con la fuerza política que administra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires«.
Respecto al fallo que benefició a militares genocidas, los diputados hicieron referencia a los principios jurídicos defendidos en el voto del juez Rosenkrantz en el caso «Muiña», al sostener que «resultan abiertamente contrarios a los lineamientos y exigencias fundamentales del derecho internacional y del derecho constitucional argentino sobre la sanción efectiva y adecuada contra los crímenes de lesa humanidad». «Se postula que este magistrado ha incurrido así en un inaceptable mal desempeño de sus funciones», afirmaron los diputados.
Sobre el Consejo de la Magistratura, los legisladores advirtieron que «Rosatti se erigió en Presidente del Consejo, cuando elementales reglas éticas se lo impedían» y consideraron que «dado el contenido de la decisión que iba a adoptar la Corte, Rosatti debió excusarse de tomar parte de una resolución que, obviamente, lo involucraba de manera directa». Asimismo, afirmaron que los integrantes del máximo tribunal «se arrogaron, con arbitrariedad manifiesta, la administración del Poder Judicial y la selección y control disciplinario de jueces y juezas de instancias inferiores».
Los cargos votados se suman al que hace un par de meses se había avalado contra Maqueda por manejo supuestamente irregular de la Obra Social del Poder Judicial de la Nación. En el caso de Maqueda y la obra social, el ministro de la Corte, si bien había sido citado, no respondió ni hizo uso de la posibilidad de descargo.
La decisión de avanzar con los cargos generó un breve debate político entre el oficialismo y Juntos por el Cambio.
Hasta ahora, y en las más de 23 reuniones que se desarrollaron, la Comisión analizó la mayoría de los expedientes sobre los pedidos de juicio político contra la Corte, con lo cual quedaría en condiciones de pasar a la firma del dictamen de acusación, que luego deberá ser aprobado en el recinto con dos tercios de los presentes.
El proceso se inició el 26 de enero pasado a partir de una decisión del oficialismo que luego se plasmó puntualmente en un pedido impulsado por el propio presidente Alberto Fernández junto a un grupo de funcionarios, gobernadores y legisladores del FdT, al considerar que existen «sobrados elementos como para avanzar» en ese proceso.
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