La funcionaria provincial decidió ser precandidata a diputada nacional porque quiere terminar con la “incertidumbre” laboral-económica. Percibe más de $500.000 mensuales.
María Eugenia De Vita García salió un poco de la comodidad que le otorga ser la coordinadora de prensa de la Gobernación de Salta para participar de las elecciones primarias del próximo 13 de agosto. Lo hace como precandidata a diputada nacional de Juntos por el Cambio, acompañando en segundo término al radical Miguel Nanni, quien busca la reelección.
Recientemente De Vita García viajó a Buenos Aires para recibir las directrices sobre la campaña y las propuestas de su precandidata a presidente Patricia Bullrich, según contó ella misma. Sobre su posición en las internas, dijo que Horacio Rodríguez Larreta es “muy centralista” de modo que no podría generar “igualdad de oportunidades”, algo que “nos falta a los salteños”.
Siguiendo esa línea, la precandidata a diputada de JxC dijo que en la provincia “estamos acostumbrados” a pagar más cara la luz, el gas, el combustible y el colectivo “siendo que, encima, los sueldos son más bajos en Salta que en Buenos Aires”. “Siento que con Horacio eso no cambiaría; en cambio, Patricia es una mujer que creo que cree en el federalismo real”, aseguró.
Con una sensación agridulce por la pauta publicitaria que recibe de Rodríguez Larreta, el operador mediático Mario Ernesto Peña planteó que ella no aparenta ser “aguerrida” como Bullrich. “A mí no me gusta mucho la grieta; me gusta un país en el que podamos vivir en convivencia, pero sí nos une la lucha de sacar al kirchnerismo, de sacar al Gobierno nacional se vaya y que no vuelva más”, respondió De Vita García.
“Siento que no estamos bien en Salta, que el país está en crisis: hay inseguridad, hay inflación, hay caos, vivimos inestables. Yo no sé si mañana voy a tener un plato de comida en la mesa. Los argentinos viven con ese miedo de ‘no sé si voy a poder seguir pagando mis estudios, si voy a tener un trabajo. Las pymes no saben hasta cuándo van a poder estar abiertas; siento que ese miedo y esa incertidumbre se tienen que terminar”, añadió.
El miedo por el futuro económico-laboral que esgrime la joven De Vita García es, cuanto menos, provocativo. Primero, porque percibe un salario bruto total de $565.350 (al mes de Enero, que es la última actualización que proporciona el Gobierno) como categoría de subsecretaria. Segundo, porque es parte de una familia acomodaticia del poder, lo que le garantiza un trabajo seguro en los programas o medios del clan famliar, el cual siempre sería solventado con fondos públicos.
La secretaria de prensa de la Gobernación, además, carece de propuestas. Su discurso acerca de «terminar con el kirchnerismo» emula la estrategia comunicativa que bajan desde Buenos Aires, aunque en el caso de la joven De Vita García puede trastabillar toda vez que integra un gobierno que forma parte de esa coalición política que maldice.