“Se prometieron obras y no se hicieron. Pero, bueno, buscar culpables no le da a la gente agua”, sostuvo el mandatario al referirse a la crisis hídrica en el norte.
El gobernador Gustavo Sáenz reconoció que son ciertas las denuncias por las obras inconclusas en materia de agua y saneamiento en el norte provincial en la gestión de su antecesor Juan Manuel Urtubey, sin embargo, consideró que enfocarse en ello no solucionara la problemática.
“Se entiende el malhumor, el enojo y la bronca de la gente. Pero ahí estamos dando la cara. Puedo sentarme en una mesa y decir ‘acá no se hizo este pozo’, ‘acá no se hizo esta obra’, ‘acá se financió, pero no se llevaron adelante’. Pero, en definitiva, los que tienen que actuar son los órganos competentes, y en este caso es la Justicia”, añadió Sáenz.
De esta manera, el mandatario sugirió que el Poder Judicial debería investigar las posibles irregularidades en torno al financiamiento de obras públicas durante la gestión anterior que vienen denunciando públicamente opositores como el exdiputado Héctor Chiban y hasta dirigentes de su propio espacio.
Por ejemplo, vale recordar que el diputado Daniel Sansone pidió investigar la posible malversación de fondos en torno al Plan Bicentenario y al Fondo de Reparación Histórica, dos programas por los cuales la Provincia adquirió prestamos millonarios para realizar obras que luego muchas de ellas fueron abandonadas. La legisladora también oficialista Socorro Villamayor lo resumió así: “Se lo chorearon”.
Asimismo, citando al extitular de Aguas del Norte, Luis María García Salado, una publicación de El Tribuno informó que de cinco obras licitadas por el Plan Bicentenario- iniciadas en 2016 y 2017-, al finalizar la gestión Urtubey, sólo tres estaban concluidas y cuatro paralizadas: “Entre esas obras, los acueductos de Tartagal eran los más cruciales”.
Por otro lado, sobre la crisis hídrica en el norte provincial, el Gobernador sostuvo que la situación es histórica, pero se agravó por la sequía que se atraviesa. Dijo que el dique Itiyuro no fue planificado como se debía y eso explica su colapso, además del crecimiento poblacional que hubo en los últimos años, en los que no se realizaron inversiones.
«Estuve en Aguaray, en Mosconi, en Tartagal. Realmente, la situación es penosa, es dolorosa, ver a los chiquitos cargando bidones. Sin una gota de agua», expresó Sáenz en diálogo Aries, al tiempo que confió en que las obras que proyectan para el norte contribuyan a solucionar la problemática del agua.
Herencia Urtubey: la crisis hídrica, consecuencia de las obras que no se hicieron