“Ketty” Rosso viajó al país del norte a ver cómo se desarrollaba el proceso electoral, mientras los problemas proliferan en la ciudad que lo eligió.
En un momento en el que la ciudad de General Güemes afronta diversos problemas, el intendente Carlos “Ketty” Rosso se fue a los Estados Unidos para observar el proceso electoral que tuvo como resultado el triunfo de Donald Trump. Las prioridades del jefe comunal quedaron expuestas.
El viaje de Ketty Rosso llamó la atención a todos los güemenses, quienes advirtieron el innecesario gasto del intendente para una actividad que nada tiene que ver con soluciones para los problemas de los vecinos. Esta actitud muestra la desconexión que la dirigencia política tiene con las necesidades locales.
Pero no solo eso. Rosso viajó junto al presidente del Concejo Deliberante y no se realizó ningún trámite formal, dejando acéfalo al municipio. Los ediles aseguraron que del viaje “no se informó a nadie”, incurriendo así en una falta. Informalmente, el secretario de Gobierno estuvo a cargo del municipio.
Mientras el intendente se fue al extranjero, los problemas en la ciudad no dan tregua. Desde calles en mal estado y servicios públicos deficientes hasta la inseguridad creciente, la población se siente abandonada.
Este viaje no solo parece inoportuno, sino que también plantea interrogantes sobre las prioridades de la gestión. ¿Qué aporta observar las elecciones en otro país en este contexto? Si bien la experiencia internacional siempre puede ser enriquecedora, muchos ciudadanos consideran que la urgencia está en resolver los problemas que afectan directamente su calidad de vida.
Ante esta situación, la ciudadanía espera que el intendente regrese con respuestas claras y un compromiso renovado para atender las necesidades locales. De no ser así, el descontento podría transformarse en un problema político de mayor envergadura, a medida que crece la percepción de abandono por parte de las autoridades.
Este episodio deja en evidencia que, en momentos de crisis, la presencia y el liderazgo local no son opcionales. La gestión de una ciudad no puede pausarse, y mucho menos cuando las dificultades tocan a cada puerta.