Junto a Carlos Estrada, son juzgados por allanamientos ilegales, privación ilegítima de la libertad y tormentos en perjuicio de quien fue Secretario Privado del Ministerio de Gobierno durante el gobierno de Miguel Ragone.
Ayer se llevó adelante el primer juicio de lesa humanidad en Salta del año 2024. Son juzgados el exdirector de Seguridad de la Policía de la provincia de Salta, Joaquín Guil, y al exagente de esa fuerza, Carlos Feliciano Estrada, por los delitos de allanamiento ilegal, privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos en perjuicio de Tomás Ricardo Cuadri. Los hechos ocurrieron entre mayo de 1976 y los primeros meses de 1979.
Joaquín Guil está acusado de ser coautor mediato en tres hechos de allanamiento ilegal y tres de privación ilegítima de la libertad agravados, uno agravado por el empleo de violencia y amenazas, y otros dos hechos doblemente agravadas también por su duración superior a un mes. En tanto Estrada está imputado como autor material en dos hechos de allanamiento ilegal y dos de privación ilegítima de la libertad agravadas por el empleo de violencia y amenazas; en un caso, doblemente agravada por su duración superior a un mes. Ambos exfuncionarios policiales deben responder también por tres hechos de imposición de tormentos, agravados por ser la víctima un perseguido político.
En efecto, Cuadri se desempeñaba como Secretario Privado del Ministerio de Gobierno de Enrique Pfister Frías durante el gobierno de Miguel Ragone. “Al poderse irse Pfister cuando vino la intervención de la provincia, queda mi papá. Toda la vida, desde el momento en que él queda en Salta y nosotros logramos irnos, a mi papá lo persiguen para poder dar con el paradero de Pfister”, señaló al respecto Evangelina Cuadri, hija de Tomás Ricardo Cuadri
“Lo echan de la legislatura, sumado a una serie de situaciones que afectaron a toda la familia, económica y emocionalmente, por los allanamientos y causas que le armaban a mi papá para tenerlo preso, hasta que decidió presentarse en la Junta Militar. En Gendarmería le dijeron que se vaya de la provincia porque no lo iban a dejar en paz”, recordó con pesar.
Según relató, su familia se mudó a Buenos Aires, donde vivieron con miedo constante. “Verle la cara a esos personajes fue volver el tiempo atrás, pero para bien, para cerrar un ciclo que nunca lo había hecho. Más que nada mi papá, a punto de cumplir 83 años, tenga que ponerle fin a esta etapa de la vida que se lo llevó puesto”, expresó Cuadri sobre la primera audiencia que tuvo lugar en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1.
“Esperamos una sentencia justa y que esta gente quede sentenciada por todo lo que nos hizo padecer”, continuó para luego analizar el contexto actual al sostener: “Hemos retrocedido años, creo que no hemos evolucionado como sociedad al no asumir nuestra propia historia. Los encargados de conducirnos y de ser la guía nuestra tendrían que tener esa objetividad y entender que hay una parte de la historia que fue muy dura. Decir ‘esto pasó’, hubo excesos de todos lados, pero nunca justificar el exceso del lado del funcionario público”.
“Hoy veo y me enfrento a un tribunal, a unos acusados y a una parte de mi familia que solamente estamos pidiendo que se haga justicia en nombre de todos los que no pudieron tener justicia. Una parte de mi papá es la de muchas víctimas que murieron al lado de él, que sus nombres ni siquiera se saben”, agregó.
A la espera de la siguiente audiencia, en la que declararán ella y otros testimonios, Evangelina se mostró esperanzada ante la sentencia que se conocería los primeros días de abril, y puntualizó: “Soy la hija pero también víctima porque no he dejado de vivir cada instante al recordar todo lo que pasamos”.
El tribunal está conformado por los jueces Mario Marcelo Juárez Almaraz (presidente), Federico Santiago Díaz y la jueza Marta Liliana Snopek. En representación del Ministerio Público Fiscal intervienen el fiscal general Carlos Amad y el fiscal ad hoc Juan Manuel Sivila.
S.D.F.
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