Frases desafortunada por parte del periodista que llegó a San Martín con dirigentes de Cambiemos para promocionar su candidatura.
Martín Grande refirió ante los periodistas locales que permaneció “tres días en Tartagal, este pueblo, que cuando yo venía hace 30 años era hermoso. Venir de Salta a Tartagal era venir de vacaciones”, expresó buscando congraciarse.
Grande, en su afán de remarcar la falta de obras de saneamiento comenzó dando como ejemplo que “cuando hay olor a podrido en una casa hay que buscar. Por ahí hay un pedazo de carne podrida debajo de la heladera y por eso hay que limpiar. Pero hacerse el zonzo y estar todo el tiempo con olor a podrido es de idiotas”.
El periodista capitalino redobló su apuesta. “A mí, Tartagal me encanta, pero antes me encantaba más. Cuando venía (hacia el centro de la ciudad) desde Radio Nacional, había un olor insoportable; Tartagal nunca tuvo tanto olor a caca como ahora”, disparó el precandidato al Congreso.
Al parecer -porque nunca explicó claramente a qué se refería- Grande pretendía hacer mención a una obra que falta en la zona sudeste de Tartagal y que debía ejecutarse con el Fondo de Reparación Histórica y mediante la cual deben derivarse los fluidos cloacales de Villa Saavedra a la planta depuradora de la zona sur. Cuando el periodista le explicó que “en esa zona se producen derrames por la falta de ejecución de la obra del Fondo de Reparación, Grande trató de salir del paso. “Bueno, eso es materia de los políticos actuales; yo trato de mirar para adelante porque no se puede seguir mirando para atrás. Tenemos que trabajar para desarrollar el departamento para que Tartagal y Orán sean lo que eran antes. Cuando yo volvía (de Tartagal a Salta) nadie me podía sacar la sonrisa de la jeta porque hace 35 años junto con Orán, eran los lugares más extraordinarios de la provincia”, expresó ante la mirada atónita de los periodistas que lo entrevistaban.
Se refirió a la ayuda social para las familias más vulnerables y consideró que “hay administradores que fallan. Este camino cuesta abajo lleva más de 30 años, pero la gente está dormida y no ve lo que les está pasando. La cuestión de “dame un bolsón, dame un poco de pan” es indigna porque los políticos le revolean un paquete de fideos de tercera categoría. Lo que pasa es que estamos acostumbrados a que tiren unas migajas y (los electores) ya piensan “qué generoso que es Juan Manuel, qué generoso que es Juan Carlos”, disparó en referencia a los dos últimos gobernadores.
Fuente: el Tribuno