La justicia ratificó una resolución del Ente Regulador que quitaba el subsidio en al menos 65 terrenos que la Iglesia Católica posee gracias al Estado en la provincia.
La justicia salteña no hizo lugar al amparo que interpuso la Arquidiócesis de Salta contra una resolución del Ente Regulador de los Servicios Públicos. Puntualmente se trata de la 34/21, emitida el 17 de mayo de 2021, y donde se disponía la quita de subsidios de $1.400.970 para el suministro de agua potable de 65 catastros pertenecientes a la Iglesia Católica.
Según trascendió luego del fallo de la jueza Cecilia Mariana Ávila Ricci, entre esas 65 propiedades ubicados en Cafayate, Orán, Salvador Mazza, Tartagal, General Güemes, San Antonio de los Cobres, Rosario de Lerma, La Viña y La Caldera, hay 41 baldíos, 7 canchas de fútbol, 5 viviendas en construcción, 5 plazas de uso público, 1 casa de familia, 2 colegios, 1 universidad, 2 grutas y 1 centro recreativo.
Para el Ente Regulador, se trata de «inmuebles donde no se practica ninguna actividad destinada al culto católico, pudiendo reasignarse dichos recursos a personas o usuarios que se encuentran verdaderamente en situación de carencia».
Para la jueza Ávila Ricci, la Iglesia Católica no logró «acreditar, ni en grado remoto, la lesión actual o la amenaza inminente que amerite el remedio excepcional del amparo». Luego señaló: «Se advierte de esa manera que la resolución cuestionada no genera un daño real y actual sobre los amparistas».
Santa inmobiliaria
No sorprende que el Arzobispado salteño sea beneficiado por el Estado en cuanto a los subsidios por servicios en inmuebles ociosos, sobre todo si se tiene en cuenta que las propiedades de la Iglesia en Salta son varias, y al menos unos 215 terrenos distribuidos en toda la provincia fueron adquiridos a través del Estado mediante la cesión inmobiliaria. Se calcula que son más de 80 mil hectáreas cedidas por la Provincia a la Iglesia.
En total, según un informe publicado en 2018, sólo en la ciudad de Salta el Arzobispado tenía 111 terrenos en zonas muy favorecidas del micro y macrocentro capitalinos. A ellos habría que sumarles otra tanda en los barrios. Terrenos que incluso se llegó a comprobar que eran subalquilados a otros cultos, como por ejemplo evangelistas, también a agencias de viajes o panaderías, como es el caso de la que se halla justamente detrás de la cateral salteña.