19.3 C
Salta
jueves, marzo 28, 2024

Para Abel Cornejo, Jimena Salas fue asesinada por un hombre y con violencia de género

Así sí se desprende de las convencidas declaraciones de este magistrado a una radio FM de la ciudad de Salta, en la que tampoco ha tenido empacho en calificar el crimen de la joven madre como «horrendo» y añadir que el suceso «ha sacudido a la realidad nacional».

Cornejo también ha dicho que se trata de un caso de «difícil solución, porque hubo destrucción de pruebas». En este sentido, ha mencionado la cremación del cadáver de la mujer «antes de que se cumplan las 24 horas del crimen».

La conmovedora actitud de Cornejo respecto del hallazgo de la verdad en el crimen de Jimena Salas contrasta notablemente con las decisiones que él mismo adoptó, como juez de la Corte de Justicia de Salta, en otros casos horrendos de «difícil solución», en los que también hubo destrucción de pruebas, corrupción policial (probada en juicio), instrucción judicial sesgada y una repercusión incluso internacional.

Teniendo en cuenta las pasadas decisiones del actual Procurador General, no se descarta que su «reactivación» del caso Salas forme parte de la estrategia proselitista del Gobernador de Salta, señalado por gran parte de sus contradictores políticos como uno de los máximos responsables del fracaso de las políticas de protección de la mujer contra la violencia machista en su provincia.

Dice el señor Cornejo que el Ministerio Público Fiscal -cuerpo que depende directamente de él y que hasta aquí ha sido el responsable de la instrucción judicial del caso Salas- está siendo ahora «blanco de críticas» por la investigación que están llevando adelante, sin mencionar en ningún caso las críticas recibidas y coleccionadas (que han sido cuantiosas y muy justificadas) a lo largo del tiempo por la investigación fallida que los mismos fiscales hicieron con anterioridad a la llegada de Cornejo al cargo que actualmente ocupa.

Parafraseando a Miguel de Cervantes, aunque sin mencionarlo, Cornejo ha dicho también lo siguiente: «Critican que estemos investigando, quiere decir que estamos empezando a tocar intereses que se sienten molestos».

Se trata, en cualquier caso, de una interpretación entre apresurada y acomplejada del Procurador General, por cuanto lo mínimo que esperan los ciudadanos del cuerpo de fiscales de la Provincia es que investigue y lo máximo es que se llegue al hallazgo de la verdad. Si Cornejo es consciente de la existencia de «intereses» que conspiran contra el buen fin de la investigación judicial, su deber es denunciarlos públicamente ahora y no simplemente insinuar su existencia o dejar la revelación para «más adelante».

La postura de Cornejo, más que denunciar la existencia de intereses ocultos que conspiran contra estos objetivos, pone de manifiesto la imperdonable ineficiencia del cuerpo que dirige, o la existencia en su seno de intereses particulares que resultan claramente incompatibles con las finalidades que la ley asigna al Ministerio Público Fiscal. El Procurador General debería estar tan preocupado de lo segundo como de lo primero, sobre todo porque los fiscales presuntamente ineficientes y ocultadores de pruebas, si bien fueron apartados del caso Salas y públicamente desacreditados por su jefe, siguen prestando sus servicios y disfrutando de un cargo público.

Las insinuaciones de Cornejo sobre la destrucción de pruebas y la complicidad de magistrados con la impunidad del autor o autores del crimen constituyen un ataque directo a su antecesor en el cargo, Pablo López Viñals, que hoy ocupa el lugar abandonado por Cornejo en la Corte de Justicia; contra el fiscal desplazado, Pablo Paz, y rozan asimismo la integridad profesional del abogado del cónyuge de la víctima. Nada de lo que hoy denuncia Cornejo como «aberrante» podría haber sucedido en teoría sino con la cooperación activa o el silencio informado de quien, solo hasta el mes pasado, fue el jefe de todos los fiscales de Salta.

La seguridad del magistrado respecto a la autoría del crimen de Jimena Salas se produce solo diez días después de su decisión de cambiar a los fiscales. De modo que si en diez días el señor Cornejo ha adquirido una certeza prácticamente inamovible respecto de la calificación jurídica del hecho y de la presunta autoría, corresponde que en pocos días el asunto esté resuelto y el asesino sea aprehendido.

Tanto es de desear que ello ocurra como que los cruzados por la verdad no recurran a técnicas precientíficas para encarcelar a perejiles, como ya ha ocurrido en otro vergonzoso homicidio irresuelto en el que el señor Cornejo decidió en su día que nada se puede hacer para averiguar la verdad de lo sucedido.

Fuente: Iruya

Más Leídas
Noticias Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí