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sábado, abril 20, 2024

Recibió tres tiros desde un auto, en un violento ajuste de cuentas

La víctima sería un joven radicado en barrio Manantial Sur, donde fue baleado el martes.Vecinos reclaman un puente y la destrucción de los pasos peatonales, que dan impunidad a los chorros.

 

Un violentísimo ajuste de cuentas sufrió un joven en el barrio Manantial Sur, ubicado en la ribera sur del canal Velarde, en la zona sudeste de esta capital el día 12 a la tarde.

Fuentes policiales dijeron que el joven, cuya pronóstico de vida es reservado, ya que se encuentra internado en el hospital San Bernardo, recibió tres impactos de bala, dos de ellos en la zona abdominal, en tanto el tercero lo alcanzó por detrás en la zona pélvica, pero que el mismo es reticente en informar quienes lo hirieron.

La información relaciona el hecho de sangre con el consumo y venta de estupefacientes, aunque no aclaró las circunstancias del suceso que conmovió a los vecinos.

El Tribuno entrevistó ayer a diversos habitantes que se encuentran en las dos márgenes del canal Velarde y aseguraron que vivir allí es todo un desafío.

Sobre el hecho, uno de ellos relató una versión espeluznante. Una mujer dijo que hace un par de días un automóvil ingresó por ruta 26 y se detuvo en la manzana 167 o la siguiente, no precisó con exactitud, y cuando los muchachos que frecuentan de madrugada esa zona se acercaron a él, desde el interior del mismo abrieron fuego contra uno de ellos, la mayoría son adictos a las drogas, y fue alcanzado por tres proyectiles.

“El joven estuvo tirado varios minutos hasta que fue asistido”, dijo una fuente barrial.

Luego agregó: “Eso que le dije es lo que se comentó durante estos días, pero otros dicen que fue una venganza por un robo a taxista o remisero, lo que también puede ser. Lo cierto es que le dieron solo al “señalado’, o sea sabían a ciencia cierta que allí lo iban a encontrar, es todo muy raro, ya que nadie quiere decir la verdad, o sea toda la verdad”, se lamentó la mujer.

En tanto, otro vecino de Apólinario Saravia, barrio que está separado por el canal Velarde, dijo, todos los días los remiseros y taxistas son robados aquí.

Apenas entran por la orilla del canal le salen los muchachos, seis, siete, diez, los rodean y quedan “pila”.

No hay día que no haya un robo.

Los vecinos tienen dos colegios cercanos, una escuela de manualidades, un centro deportivo, pero no pueden llevar a sus chicos allí porque el regreso es una locura.

Si venís de noche te cobran peaje, si te haces el malo te dan una paliza ahí nomás. Todo el mundo vive encarcelado, ellos no”, graficó.

Otra vecina dijo toda la culpa la tienen esas obras mal hechas sobre el canal.

“Imagínese, desde la ruta 26 a la otra avenida que tiene puente vial sobre el canal hay 1.600 metros y dos puentes peatonales. Cuando roban de este lado la policía entra a toda velocidad y los malevos cruzan el puente peatonal y están en otra jurisdicción. Hasta que el patrullero da la vuelta los muchachos están en sus casas repartiendo el botín. Por eso digo, esta balacera fue por muchas causas. Luego agregó un dato alarmante: “Son tantos los que consumen y venden drogas en estos barrios que pareciera ser que la mayoría de la juventud está al servicio de los dealers y mayoristas de la droga, que se manejan en autos. Como ve, los métodos de esta gente cada vez son más violentos”, dijo enojada la vecina.

Las ambulancias y la policía no pueden llegar

 Cuando ocurre un robo o hay una emergencia médica en el interior de estos dos barrios, separados por un canal, si el móvil no ingresó por la margen correcta queda a medio camino, no tiene chances de cruzar al frente, a solo 30 metros.

Le pasa a la policía cuando llaman por el robo de alguna persona o el asalto a taxistas o remiseros, vienen a toda velocidad, entran al barrio y quedan sobre una mano cuando los delincuentes ya atravesaron uno de los dos puentes peatonales que comunican los dos barrios y huyen.

Hemos pedido que demuelan esas comunicaciones, no solo nosotros sino los vecinos del frente también, porque esas peatonales son la impunidad para los dealers. Están sobre los puentes, te cobran peaje de noche y de día también, si roban acá cruzan y se van, y si lo hacen del otro lado es lo mismo”, dijo ayer un habitante del barrio Apolinario Saravia.

En tanto una joven mamá le dijo a El Tribuno: “Tengo que ir y venir con los chicos y con mi hija adolescente si quiero que lleguen a la escuela o al colegio.

Apenas entrás a esta zona de los puentes peatonales te salen de cualquier parte y te roban o les tenés que dar plata. Estos puentes fueron hechos para comunicarse pero ahora tienen otra finalidad. Por eso creo que vino el ajuste de cuentas”, reflexionó.

 

Fuente: El Tribuno

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