En un nuevo aniversario de la revolución de mayo, el reconocido profesor Miguel Ángel Cáseres charló con Opinorte acerca del papel que cumplió Salta dentro del proceso revolucionario y la importancia de recordar este acontecimiento como uno de los puntos fundamentales en la formación del Estado argentino.
Se conmemoran 209 años de la Revolución de Mayo, el proceso que tuvo una relevancia fundamental para la construcción del estado nacional argentino. Por ese motivo, Opinorte consultó con el historiador Migues Ángel Cáseres, quien se refirió acerca de la importancia que tuvo este proceso en particular y qué tipo de participación tuvo Salta en ese proceso.
Al respecto, el profesor Cáseres indicó que “Salta fue vital protagonista de los hechos de mayo”. La intención de este proceso o proyecto político, según Cáseres, fue generar un nuevo Estado, la toma del poder político por parte de la burguesía nacional y fundamentalmente, “un nuevo eslabón de puesta en valor del rol de Salta en el destino nacional”. Siguiendo con el último razonamiento, el profesor señala que “sostengo que el primer grito libertario en la historia de la Nación Argentina se dio aquí en Salta, a través del cacique Juan Calchaqui en 1543”.
Agregó que dentro del proceso de la revolución, “Martin Miguel de Güemes jugó un rol fundamental desde 1808, al igual que otros tres salteños: Don José de Moldes, y los dos hermanos Gurruchaga, Francisco y José. Ellos son los primeros que llegan a difundir a nuestro país el proyecto político de la ruptura con el orden colonial español”.
Respecto de la vigencia de vestigios de las épocas coloniales bajo los cuales se originó dicho proceso, Cáseres define que “Salta, hoy en siglo XXI, es uno de los últimos bastiones feudales que queda en América. En dimensiones e importancia, serían Lima, en Perú, en Córdoba (…)”. Agregó que “en nuestro país, Salta es el bastión más fuerte de la mentalidad y de la idiosincrasia feudal. Salta es netamente conservadora, está de espaldas a tantas cosas. Y sin embargo, paradójica y contradictoriamente, fue vital, pero porque hubo una oveja negra que se llamó Martín Güemes”.