Tras algunos meses de relativa calma, el mes de agosto registró un pico de protestas callejeras con 524 piquetes en todo el país, lo que representó la cifra más alta en lo que va del año, destacó el informe mensual de Diagnóstico Político.
Según el informe, que lleva la firma de Patricio Giusto y que es elaborado en base a datos propios, «en relación a julio (mes con menos cortes desde enero), hubo un impactante aumento de 36%».
«Comparado con agosto de 2018, los piquetes subieron 3%», señaló el trabajo que asimismo indicó que en lo que va de 2019 se produjeron 3.403 cortes de vías públicas, contra 3.858 de ese mismo período durante 2018, lo que representa una merma de 12%.
Respecto a los distritos con más piquetes, Diagnóstico Político destacó que la provincia de Buenos Aires (102) encabezó la tabla, seguida por la Capital Federal (54). En tanto que la provincia de Santa Fe (35) quedó en tercer lugar, por encima de Misiones (33) y más atrás se ubicaron Río Negro (29), Chubut (26), Córdoba (25) y Neuquén (25). Por su parte, las provincias con menos cortes fueron San Juan (2), San Luis (2) y Santiago del Estero (3).
El seguimiento, realizado en forma ininterrumpida desde enero de 2009, destacó que en cuanto a los actores que lideraron los bloqueos, las organizaciones sociales (149) repitieron el primer lugar, con un notable aumento de cortes respecto al mes anterior.
En el segundo lugar se ubicaron los trabajadores estatales (93), seguidos por las fuerzas político-partidarias (68) y más atrás, aparecen trabajadores privados (60), vecinos (56), grupos de desocupados (55) y otros actores (43).
El trabajo de Diagnóstico Político muestra que, en la comparación interanual, en los que va de 2019 hasta el mes de agosto, la conflictividad callejera había disminuído en casi todos los meses.
Así, en mayo, junio y julio de 2019, la cantidad de cortes de vía pública había sido de 404, 435 y 386 piquetes respectivamente contra 556, 575 y 436 en los mismos meses pero de 2018.
Luego de la semana que siguió a las PASO, y en medio de las turbulencias económicas, las organizaciones sociales habían decidido levantar el pie del acelerador en lo que hace a protesta en las calles.
La Confederación de Trabajadores de la Economía Popular ( CTEP), Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa (CCC) acordaron postergar la movilización que iban a realizar el 16 de agosto en rechazo del paquete de medidas económicas que impulsó el gobierno para controlar la crisis.
Pero en la semana que acaba de transcurrir, las organizaciones sociales pusieron todo su poder de fuego, llevando a la calle multitudinarias manifestaciones que ocuparon las inmediaciones del ministerio de Desarrollo Social y se desplegaron a todo lo largo de la 9 de Julio, Metrobus incluído produciendo un caos de tránsito que hacía rato no se observaba.
Las organizaciones sociales evaluaron el momento político con una mayor moderación que luego del abultado triunfo electoral de Alberto Fernández, candidato presidencial del Frente de Todos.
En ese espacio se evaluaba que sería un efecto negativo salir a las calles desbocadamente con la posibilidad de que se generen disturbios que permitan que se los acuse de desestabilizadores.
A los tradicionales reclamos de las organizaciones sociales, como la prórroga de la ley de emergencia social o la sanción de la ley de emergencia alimentaria, se les agregaron otras medidas relacionadas con la reciente devaluación.
Pero el caballito de batalla de estas últimas jornadas de protesta fue la declaración de emergencia alimentaria que vienen reclamando desde diversos sectores políticos y sociales.