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miércoles, febrero 19, 2025

Los homenajearon en el recinto, pero no pudieron ingresar

La falta de accesibilidad de la Legislatura provincial quedó en evidencia ayer, para algunos intencionalmente como excusa para justificar la mudanza a un nuevo edificio en la zona norte de la ciudad.

En el marco de la Semana de la Parálisis Cerebral, diputados distinguieron ayer a la Asociación de Padres de Jóvenes con Discapacidad Neuromotora SER – “Carmen Martínez de Eckhardt” por su trabajo y trayectoria.

Sin embargo, dada la falta de accesibilidad de la Cámara, que no cuenta con rampas ni otros medios de ingreso al recinto, parte de los homenajeados quedaron afuera del reconocimiento. “La sociedad hace la vida más discapacitante que la misma discapacidad”, expresó oportunamente ante los presentes la presidenta de la institución, Gabriela Ortiz, al recibir el reconocimiento.

Paradójicamente, mientras los homenajeados aguardaban abajo, se aprobaba una Ley para implementar un sistema de pictogramas en dependencias públicas de la Provincia a fin de promover la accesibilidad. “Esta iniciativa busca que todos tengamos las mismas oportunidades, eliminando las barreras existentes, permitiendo a todas las personas poder desenvolverse con mayor facilidad en la sociedad y en la vida cotidiana”, sostuvo la diputada Alejandra Navarro en referencia al Proyecto.

Pese a lo vergonzoso del episodio, el único que reparó en él, aunque de manera muy superficial, fue el diputado por Rosario de la Frontera Pablo Gómez, integrante de la comisión de Derechos Humanos, Personas Mayores y Defensa del Consumidor que preside su par, la oficialista Laura Cartuccia. Lo hizo al referirse a uno de los asistentes que, con suma dificultad, logró subir las escaleras y llegar al recinto.

“El límite está en la voluntad”, sostuvo Gómez, llevando inevitablemente a pensar en la voluntad que escasea cuando se trata de facilitar el acceso a personas con alguna discapacidad a edificios tanto públicos como privados. “Hoy no estábamos preparados. Deberíamos tener una muy buena silla de ruedas”, dijo.

Dicen los mal pensados que el incómodo momento que se hizo pasar a quienes, como tal vez suele sucederles, se vieron impedidos de ingresar al edificio público, se asentaría en la necesidad de seguir justificando la mudanza del edificio a la zona norte de la ciudad.

Cabe destacar que no es la primera vez que un evento de estas características pone en evidencia la falta de políticas públicas en materia de accesibilidad. Hace poco más de un año el diputado Gonzalo Caro Dávalos sufría una descompensación  en la Cámara, debiendo descender del recinto en silla de ruedas, por las escaleras.

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