En la barriada de la zona este rebalsaron los pozos ciegos de las casas y temen la llegada de las lluvias porque las
calles se convierten en ríos.
“Somos la zona de la ciudad más postergada”, afirma con una mezcla de tristeza e impotencia Ana Enriquez, vecina del barrio Las Colinas.
A fuerza de cortes de calle y de denuncias mediáticas un grupo principalmente de mujeres consiguió cambios en los recorridos del colectivo y alguna que otra mejora en su barrio. Pero aun las necesidades son muchas. A la falta de cloacas hay que sumarle el hecho de que las calles están en estado lamentable.
Cada lluvia es una pesadilla para los vecinos, no solo deben convivir con los líquidos de los pozos ciegos que se derraman en las calles sino que ante la mínima caída de agua el barro los invade.
“Hace años que no pasan ni una maquina por acá, tenemos los pozos ciego y todas las mañanas hay mal olor”, comenta Irma Velázquez, quien vive en el barrio hace diez años.
Esta semana la situación alcanzó un punto dramático al rebalsar los pozos ciegos de las casas. La promesa de la llegada del camión atmosférico no tardó en llegar, pero no solo llegó dos días después sino que cuando llegó estuvo un breve momento y se fue.
De las quince familias que necesitaban la ayuda, solo cuatro la recibieron según el testimonio de los vecinos. Mientras tanto, las demás familias deben seguir con los pozos rebalsados y utilizando baños ajenos.
Fuente: LA GACETA SALTA