En la ciudad norteña se mantienen las protestas contra Edesa luego de recibir las facturas con valores exorbitantes. El antecedente durante la pandemia.
La prestataria del servicio público de electricidad en la provincia, EDESA S.A., quedó otra vez en el ojo de la tormenta luego de que usuarios de Orán recibieran las facturas con fuertes incrementos. En algunos casos las boletas superan los 50 mil pesos, una cifra irrisoria que todavía no fue argumentada por los canales institucionales.
A raíz de ello la ciudadanía norteña decidió cortar la Ruta Nacional 50 y realizar un acampe en las puertas de las oficinas de la empresa. En otro orden, también anunciaron la presentación de un amparo judicial contra lo que califican como un “tarifazo” sobre un servicio que, para colmo, es deficiente.
El antecedente más cercano y cuestionado que pesa sobre EDESA por sobrefacturación tuvo lugar al inicio de la pandemia en 2020, cuando decidió “calcular” las facturas de marzo sin haber medido el consumo de usuarios y tomando como referencia las tarifas de periodos anteriores.
Por supuesto que la medida adoptada por la empresa perjudicó a usuarios- residenciales y comerciantes- y benefició a su propia economía. Luego de la mediatización de los reclamos, algunos legisladores provinciales adelantaron que pedirían informes a EDESA, como dijo Patricia Hucena de Orán.
Hucena había planteado que se debe controlar los pliegos de la concesión y, así, seguir de cerca las inversiones que debe efectuar la firma para brindar un servicio de calidad. Sin embargo, desde entonces no hubo cambios ni en la prestación de la electricidad ni en la transparencia de las cuentas.
Desde la empresa se limitaron a decir en entrevistas televisivas que no hubo aumentos en la tarifa sino más bien en el consumo y propusieron a los usuarios pagar en cuotas. Asimismo, justificaron los incrementos por la quita de subsidios, pero no explicaron de cuánto fue la baja de recursos por tal motivo.
Los que se mantienen son los incrementos en el costo del servicio, pese a que no se conocen los balances de la empresa. Tal es el descontento de la ciudadanía que las protestas en Orán podrían trasladarse también a Tartagal, Pichanal y otras ciudades que sufrieron los aumentos y padecen cortes de luz.